EL PRIMER MISIONERO EN EL NUEVO MUNDO
Los misioneros son personas que van a otros lugares para
hablar a los hombres de Jesús, para
enseñarles a rezar, para decirles que
todos debemos amarnos y ayudarnos los unos a los otros y para anunciarles que
Dios nos ama a todos nosotros.
Hace unos días hemos celebrado en nuestro país el día de la
Hispanidad, el 12 de octubre. En ese día se conmemora que Cristóbal Colón
avistó tierra por primera vez en el continente americano, aunque en aquel
momento él no lo sabía, sino que pensaba haber
descubierto un nuevo itinerario para llegar a las Indias Orientales.
Desde que Colón llevó consigo a algunos religiosos en su segundo viaje, entre
1494 y 1496, la Iglesia no ha dejado de estar presente en América. A medida que
avanzaba el proceso de conquista, afluían más religiosos.
La vida de los misioneros en el Nuevo Mundo fue muy
sacrificada y estuvo llena de privaciones. Tuvieron que adaptarse a un hábitat
diferente a todo lo que conocían en Europa, con un clima y alimentos desconocidos
y con el enorme problema de la lengua, pues en América existían numerosas
tribus indígenas con sus respectivos idiomas, tan extraños para el hombre
castellano de la época. Sin embargo, los frailes y sacerdotes aprendieron esas
lenguas e intentaron hacerse con los indígenas para poco a poco irlos
evangelizando.
Es por eso por lo que se dice que Cristóbal Colón fue el
primer misionero y apóstol de la fe en el Nuevo Mundo.
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